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Waldo Madera, un batero que sabe tocar la humildad, con baquetas

En El Salvador hay mucho talento… jóvenes capaces para hacer cosas positivas y constructivas. Gente que bien puede aportar al arte, con música y derroche de talento. Y a esa gente hay que estimular… alimentar su arte, con técnica, motivación y capacidad.

El pasado jueves 29 de julio, eso fue exactamente lo que sucedió en un hotel capitalino, cuando un baterista de clase mundial vino a conversar, a departir y a compartir su genialidad musical, experiencias, con jóvenes y no tan jóvenes de El Salvador, invitado por la Casa Instrumental, empresa que vende instrumentos pero que también está aportando valor al talento musical nacional.

Waldo Madera, baterista de alto nivel que marca la base en giras, conciertos y producciones discográficas de Ricky Martin, Juanes o Ricardo Arjona, brindó una clínica magistral, digna de no perderse, hablando sobre música, técnica, anécdotas y un poco de bromas para relajar el ambiente.

Relax, sin mucho protocolo y con sobrada seguridad en sus afirmaciones sobre la música y su forma de vida, Waldo fue el plato fuerte de una velada musical en la que la batería fue la figura y él su compañero ideal.

Inicialmente, la gente de Casa Instrumental, demostrando con hechos que quieren apoyar a las bandas nacionales, ofreció un espacio a Friguey, la banda santaneca que sonó con un set de sonido e instrumentos patrocinados por la empresa, con un espacio y tiempo merecido que promete  crecer, según las palabras de Max Méndez, vocalista de la banda quien prometió más sorpresas de Friguey trabajando al lado de Casa Instrumental.

Otro pequeño ejemplo de la buena onda de Casa Instrumental fue el juego de platos que se llevo el novato pero talentoso Xavier Alfaro, un man de unos 15 años que hace poco aprendió a tocar la batería en la iglesia donde se congrega, pero que con un ritmo sencillo y básico, se ganó la admiración de los asistentes y hasta del mismo Madera, cuando compitió contra otros bateristas que tocaron la batería, pero se olvidaron del ritmo. Alfaro, por sus dos minutos de toque, se llevó un set de platos, además.

Bien Xavier, por Friguey y por la empresa a quien se le puede pedir que este apoyo lo brinden a  más bandas, a esas que si están tratando de hacer las cosas bien, no simplemente tocar por cerveza en un bar.

Luego, Waldo, charló y tocó, dejando mensajes claves en su presentación. Luego de aclarar que se sentía medio enfermo por una gripa y una diarrea que le tenía débil, esa debilidad no le impidió demostrar lo que sabe…

Desde niño hacía música en el auto de sus papás; por ello, siempre estuvo seguro de la música como su camino de vida. “Me divierto haciendo lo que hago… y me gusta hacer música. Lo de más, es secundario”, sentencia Waldo, ante la mirada atónita de los casi 150 asistentes al evento.

Pero esa  capacidad había que explorarla, por eso, rápidamente alguien rompió el hielo para comenzar con una serie de preguntas, que iban desde detalles de preparación para una gira con los grandes, pasando por detalles de cómo prepara la música para grandes conciertos, hasta preguntar cuál es la fórmula para sobresalir en el mundo de la música, con la sanidad mental y física necesaria para triunfar. A todas las preguntas, Waldo mostró gran interés, demostrando con su ejemplo que no necesariamente tenés que probar todo tipo de droga para ser el gran rockstar. Pero sobre eso, cada quien.

Pero resulta imposible resumir en un par de párrafos la cantidad de conocimiento y talento que sirvió para pasar una buena noche musical con Madera. Al final, agradeció al público, a la marca Mapex, auspiciadota de su llegada y a la empresa Casa Instrumental por la invitación. Waldo, descompuso unos ritmos y demostró que más la música suena mejor viviendo más que Living la Vida Loca  y con la Camisa Negra, un propio estilo musical.

Bien por los organizadores, bien por los músicos y público general asistente y MAL por aquellos grandes, ausentes, por que hasta el más genio de los genios necesita escuchar más para aprender.

Y eso fue todo, por que fue mucho lo que hubo en una noche en la que la  música hizo mucho ruido en la mente de muchos jóvenes que en este país necesitan alimentar su pensamiento con ideas de gente que puede y que sabe… gente que se divierte, haciendo lo que sabe y compartiéndolo con los demás.