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Poseídos por la Plaga Negra

El paladar death trash metal rozo su lengua sobre el elixir que derramo el cuarteto DREAMLORE,  posesos de la plaga que avanza la escena salvadoreña en la próxima grada del profesionalismo underground  más allá de nuestras fronteras.

Al calor del ambiente, domingo cinco de julio y pasadas las 2 p.m., la Arena EL Salvador recibe a sus célebres invitados.  Cerveza tibia, mudadas negras y miradas despreocupadas del exceso ajeno, testigos e incluidos del tiangüis improvisado. Camisetas, collares, pulseras, discos e igualmente yuca frita, platanitos, pan chorreado y otras hiervas. El ambiente acostumbrado para un recital de corte latinoamericano.

      Hemisferium rompe el silencio con su heavy power metal. Judas Priest y su “The Painkiller” es el escogido para aliviar el silencio en los tímpanos de un par de cientos que de a poco se introducen en el recinto, que por momentos asemeja un  horno con su respectivo calorcito. Cocinando buena música, entre movimientos de cabeza el quinteto migueleño logra estremecer los graderíos con poca audiencia.  Con aguerridos contrastes del desgarro y melodía, dejan la escena para que siga la fiesta. Siguen llegando un par más de docenas, curiosas las cabezas asoman en las puertas.

      EL calor sube, y los tonos bajan para que PERVERSO proponga su death progresivo. Agresivo desde el comienzo, la mezcla de talentos experimentados ( R.C.P., SIMBOLYC) hace de este un grupo seguro, potente, experimental y sobre todo natural. Voces guturales, riffs en compases impares, acercamientos a un Grind que se corta por el dinamismo de sus variantes. Smashed brain por un rato. El respetable sigue especulando si la plaga aun no ha llegado. Entre palmas y silbidos los perversos dejan el espacio para los hermanos ticos invitados.

      MANTRA comienza como nos tiene acostumbrados. Con un poco menos melena, su vocalista y compañía no dan tregua para el trash metal. Conocedores de la movida salvadoreña, no piensan dos veces para seguir  tema tras tema. El mosh se ha desatado, laberinto de cabezas, codos, rodillas y melena hacen que el recital se convierta finalmente en una fiesta metalera. “Pura vida mae”, los guanacos  saben cuál es la regla para que el rock no muera. La plaga esta aún más cerca.

      Las agujas se fijan en el cinco y una pasada del doce. Luego de un necesario pre setting de batería y el secuenciador de bajo, DREAMLORE pone pie en la Arena, con la diferencia que hoy es una banda American Line Production. El sello siempre lo llevan salvadoreño, pero el respaldo necesario para difundir su death metal esta completo. Black Plague Possessed ha sido desatada.  Con la calidad acostumbrada pero el aura renovada, una de las mejores bandas de metal descarga toda su potencia, experiencia, solidez y técnica. Roberto “El Palillo” Burgos exalta el orgullo nacional, dejando claro  que la escena local debe seguir su destino y estar entre los grandes.  Manuel Revelo, Boris y Julio Rodas consolidan porque este sello a puesto los ojos en su arte, ejecutando impecable al compás de las cuatro cuerdas digitales. Exterminante. Los gritos de la audicencia saben a complacencia, poseídos completamente por la plaga negra.