Feliz 12 de octubre El Salvador!

Hola de nuevo musicoadictos, hoy nos ocupa una "celebración" nacional muy polémica la verdad: El día de la raza.

 Son muchas las opiniones sobre este día. Recuerdo que en primer grado la maestra nos decía: "hay que agradecer a la Madre España que nos regaló su sangre, su cultura, su religión, etc."

Ya más grandecito te dás cuenta de cómo la Madre España nos dió un poco "en la madre:" quemaron cientos de libros sagrados, sometían, reprimían, esclavizaban, violaban, imponían a su Dios, (que hoy es nuestro Dios) y pues no deja de darte un poco de indignación. 

Fuimos sometidos y a lo mejor aún lo seamos de una forma mucho más "civilizada."

¿Pobrecitos nosotros? Sí. Pobrecitos. Pobrecitos porque todo este sufrimiento aún no ha podido ser transformado en una sólida identidad. ¿Cómo así?

Fuimos conquistados por una cultura superior en tecnología y estrategia militar. La aclaración es necesaria porque es de sobra sabido los avanzados conocimientos científicos de ingeniería y astronomía de los americanos precolombinos. Fuimos conquistados cruel, inhumanamente... pero no somos las únicas víctimas en la historia.

A ver:

La gente de color fué esclavizada en todo el mundo. Desde Inglaterra, Estados Unidos, pasando por Honduras, hasta Brasil y mucho más. Fue por eso que hoy existe el blues, el jazz, el Hip Hop, el R&B, la samba, la punta, tanta música riquísima...

Cuando los griegos fueron conquistados por los Romanos, surgieron y se perfeccionaron nuevas obras de arquitectura, ingeniería y arte.

Los mismos españoles fueron ocupados por los árabes. De ahí surgió el flamenco y el mundo comenzó a saber de mi instrumento preferido: LA GUITARRA.

Entonces, en el último eslabón de esta cadena de crueles conquistas estamos nosotros. Fué una conquista inhumana y destructiva desde cualquier punto de vista. En ese momento ¡Pobrecitos nosotros! Pero dentro de todo, hemos adoptado buena parte de la rica cultura de España, y hemos configurado un poco de identidad en esa salvaje mezcolanza, tal como lo dicta la historia universal.

Dejemos ya de ser pobrecitos. Fortalezcamos esa escasa identidad que tenemos, atesorémosla, dejemos los rencores atrás, perdonemos.

Como nos lo enseña la historia, ya es hora de transformar ese sufrimiento y sorprender al mundo con algo hermoso.